En este fin de semana Dios ha permitido que viva por primera vez la Semana Santa con una “Pascua Rural” y conocer muy de cerca a hermanos y hermanas. Unos que han venido desde lejos y otros que siempre han estado cerca, pero que no nos conocíamos tan bien como ahora. Gracias a esta vivencia, me he dado cuenta de los diferentes rostros que tiene Cristo y las diferentes formas de expresar su amor. He podido conocerme más interiormente, abrirme más a la gente y poder profundizar en mi vida de cristiana y en mi relación con Dios.
Para mí, esta experiencia me ha hecho sentirme amada por Dios y también por la gente que ha estado a mí alrededor. He sentido muy de cerca Su presencia en cada uno de ellos y ellas.
Vivimos una Semana Santa muy hermosa porque pudimos combinar lo espiritual con lo fraterno; especialmente con la gente de Huancaquito Bajo (Virú) al celebrar las liturgias. Tuvimos un Vía Crucis diferente, como nunca antes lo viví, y eso quedara grabado en lo más profundo de mi corazón. Doy gracias a Dios por haberme permitido conocer a Paulo, amigo y hermano, también a Jaime, Martín, Gonzalo, Erika, David, Jaime, y a todos los chicos del GUC de Trujillo.
Lourdes
Para mí, esta experiencia me ha hecho sentirme amada por Dios y también por la gente que ha estado a mí alrededor. He sentido muy de cerca Su presencia en cada uno de ellos y ellas.
Vivimos una Semana Santa muy hermosa porque pudimos combinar lo espiritual con lo fraterno; especialmente con la gente de Huancaquito Bajo (Virú) al celebrar las liturgias. Tuvimos un Vía Crucis diferente, como nunca antes lo viví, y eso quedara grabado en lo más profundo de mi corazón. Doy gracias a Dios por haberme permitido conocer a Paulo, amigo y hermano, también a Jaime, Martín, Gonzalo, Erika, David, Jaime, y a todos los chicos del GUC de Trujillo.
Lourdes
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