13 de octubre de 2007

Comunicado de la Conferencia Espiscopal Peruana

SOLIDARIDAD, VERDAD, JUSTICIA Y DIÁLOGO PARA EL BIEN COMÚN Y EL DESARROLLO HUMANO INTEGRAL

Del 10 al 12 de octubre los Obispos del Perú, reunidos en su 90ª Asamblea Extraordinaria, han reafirmado su compromiso de redoblar sus esfuerzos para contribuir con las autoridades y la ciudadanía, en la construcción de consensos, tan necesarios para el bien común de nuestra Patria. Lo que mueve a la Iglesia Católica para acompañar al pueblo peruano en su proceso histórico es ofrecerle la vida plena de Jesucristo, en fidelidad al Magisterio de la Iglesia y las orientaciones pastorales de la reciente V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano realizada en mayo pasado en Aparecida, Brasil.Los Obispos han reiterado que la labor evangelizadora de la Iglesia siempre ha estado unida a la promoción de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios (Gen. 1,31) y afirman que la Iglesia está llamada a hacerse presente “donde la vida es amenazada” (Doc. Aparecida, 401). Por lo tanto asumen así el último Comunicado de la Presidencia de la Conferencia Episcopal “Para un rostro humano de la minería”.Como lo ha dicho el Papa Benedicto XVI “la Iglesia no tiene como tarea propia emprender una batalla política, sin embargo, tampoco puede ni debe quedarse al margen de la lucha por la justicia” (Doc. Aparecida, 546). Este compromiso, asumido por el Episcopado Peruano y bien conocido por nuestro pueblo y autoridades, además de frecuentemente invocado como ayuda mediadora en los conflictos, exige evitar opiniones no bien informadas y comentarios poco precisos sobre la misión de la Iglesia que desconciertan al pueblo creyente y, en algunos casos, ofenden a miembros de la Iglesia Católica. También los Obispos manifiestan su afecto a aquellos Sacerdotes, Religiosos y Religiosas –un buen número venido de otros Países- que de manera silenciosa, comprometida y testimonial anuncian la alegría del discípulo misionero de Cristo, evangelizando y colaborando activamente en la construcción de un Perú más justo y reconciliado.En todas las circunstancias de nuestra vida, pero especialmente en el momento actual, es necesario un diálogo justo, equitativo e imparcial, que tenga en cuenta la voz de todos y el clamor de las poblaciones más empobrecidas y excluidas de una vida digna. Los Obispos creen necesario generar un ambiente de confianza y credibilidad entre la sociedad civil (urbana y rural) y el Estado. Esta es la base para la experiencia de una paz, armonía y diálogo que debe estar cada vez más presente en nuestros deseos y realizaciones.
Agradecidos por su difusión,Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Peruana
Lima, 12 de octubre de 2007

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